45 MINS / FÁCIL
Un plato que identifica a la perfección nuestra región, La Rioja.
Se pelan y lavan las patatas y se ‘chascan’ en trozos medianos. El gesto de ‘chascar’ es muy importante para que las patatas suelten el almidón y el caldo espese. Consiste en introducir el cuchillo levemente en la patata y tirar hacia arriba para que la patata se rompa y el corte no sea limpio.
En una cazuela se incorpora el aceite de oliva y a fuego lento se fríen los tres dientes de ajo.
Cuando el ajo esté levemente dorado se añade el Pimentón de la Vera picante (o dulce, al gusto) y removemos. Es importante que no se queme, por tanto hay que mantener el fuego suave. Posteriormente se añaden la carne de pimiento choricero y varios trozos (también al gusto) de Chorizo Extra Sarta.
Si el chorizo está muy curado se incorporará en este momento a la cazuela, si es más fresco se incorporará más adelante para que no se deshaga. Tras el chorizo se echan las patatas previamente ‘chascadas’. Removemos todo en la cazuela durante un minuto con una cuchara de palo.
Añadimos el agua hasta que prácticamente las cubra. Sal al gusto (luego se podrá rectificar) y mantener al fuego medio-alto hasta que las patatas estén en su punto. Servir al momento acompañadas de unas guindillas en vinagre o en aceite, según el gusto.
TRUCO
Para saber si las patatas están cocidas, pinchar una de ellas con un cuchillo y levantar. Si la patata cae por su propio peso es que está en su punto.
CONSEJO
Acompañar con un vino de Rioja con cierto carácter. Un crianza o los nuevos vinos expresivos de jóvenes viticultores de la DOCa. Rioja.