Hace dos millones de años, los cerdos -o sus antecesores porcinos- ya eran una parte fundamental de la dieta de los seres humanos. Los romanos fabricaban embutidos y durante la Edad Media tener una cabaña porcina era crucial para la supervivencia familiar. En esos tiempos, probablemente no eran conscientes de los beneficios nutricionales de los embutidos, especialmente de su aporte de proteínas.

Pero hoy, en cambio, sabemos que las proteínas son pilares esenciales de nuestra alimentación. Las proteínas desempeñan roles cruciales en el cuerpo humano, desde la reparación de células hasta la producción de nuevas. Cada vez que consumimos alimentos con proteínas, estamos brindando a nuestro cuerpo los elementos necesarios para mantenerse en funcionamiento óptimo.

Desde ese convencimiento, cuando hablamos de incluir proteínas en nuestra alimentación no podemos pasar por alto la contribución significativa de los embutidos. El lomo -32 gramos de proteínas por cada 100 gramos-, destaca como una opción nutritiva y deliciosa. A la par, el salchichón y el chorizo -22 gramos de proteínas por cada 100 gramos-, se perfilan como opciones que complementan, igualmente, nuestras necesidades nutricionales semanales en proteínas.

BENEFICIOS DE LAS PROTEÍNAS DEL EMBUTIDO

Las proteínas en los embutidos contribuyen al mantenimiento de la masa muscular, proporcionando las unidades precisas para la consolidación del tejido magro. De igual manera, las proteínas participan en la conservación de los huesos, fortaleciendo la estructura ósea.

En el caso de los más pequeños y de los jóvenes, la incorporación de embutidos a su dieta semanal contribuye al crecimiento y desarrollo normal de los huesos, estableciendo las bases para una salud ósea a largo plazo.

¡A disfrutar de la salud a cada bocado!